jueves, 10 de marzo de 2016

ENCARNACIÓN RODRIGUEZ ALHAJA



ENCARNACIÓN RODRIGUEZ ALHAJA




INTRODUCCIÓN

En el pequeño librito, publicado por Juan Carlos Molano Gragera, bajo el título “Tres claveles segados” hace referencia a tres mujeres: Francisca Cordero Millán, Juana Gallego Coco y Encarnación Rodríguez Alhaja.

Mujeres que recordamos en nuestro blog y página de Facebook  como homenaje, a esas otras muchas que sufren el maltrato y en muchas ocasiones la muerte en esta sociedad.

Hoy nos referiremos a Encarnación Rodríguez Alhaja…pero su vida está ligada a su marido y de ahí que tratamos conjuntamente a estos dos personajes, ya que ambos comparten su vida y su muerte:

SANTIAGO GARCÍA JEREZ Y ENCARNACIÓN RODRIGUEZ ALHAJA

Encarnación Rodríguez Alhaja procedía de Mérida, pertenecía a una familia de comerciante
emeritense, su hermano Domingo tenía una zapatería en la Calle Santa Eulalia, frente al Liceo.

Conoció  en dicha localidad al montijano  Santiago García Jerez, conocido en el pueblo como Santiago Barrena con el que contrae matrimonio.

Santiago García Jerez, nace en Montijo en 1905. Hijo de José García Barrena (vivía en la calle Santa Ana 17, de profesión corredor de granos) y de Efigenia Jerez Fuentes. Fruto de este matrimonio también fueron José y Patrocinio.

Asistió a la escuela de D. Eduardo Núñez. En 1922, a los 17 años, terminó los estudios de Mercantiles por correspondencia ya que la falta de medios le impidieron estudiar fuera.
Trabajó de contable en la fábrica harinera de Puebla de la calzada, propiedad de Conejo y Lozano. En 1924 hizo el servicio militar en Madrid. De regreso marchó a trabajar a Mérida.

Conoce a Encarnación con quien entabló relaciones y más tarde matrimonio.
Después de contraer matrimonio viven un tiempo en Mérida.
Encarna y Santiago no tuvieron hijos pero esta carencia fue suplida por María Lunar, una sobrina de encarna que vivió con ellos. En 1934 se trasladan a Montijo y viven en la calle Esteban Amaya  nº 17,casa propiedad de Santiago.

Santiago comenzó a trabajar en la Oficina de Colocación Obrera del Ayuntamiento de Montijo pero meses después fue despedido de la oficina cuando el Gobernador Civil destituyó al Ayuntamiento de Izquierdas..
Santiago y Encarna pusieron un bar, “LA TROPICAL” en la calle Bravo Murillo, 3, hoy calle Eugenio Hermoso, cuya inauguración anunció la revista local “AGLA” con una serie de innovaciones o novedades que rompe los esquemas de las tabernas al uso de la época.

 “La Tropical” tenía habilitado el lugar que anteriormente fue el bar “El Sótano”. El nuevo bar era un salón iluminado, con un gran mostrador de madera cubierto por una plancha de mármol y una radio modelo “Castilla” que fue toda una atractiva novedad. Estaba situado frente al Casino, ambientes tan antagónicos que jamás intercambiaron su clientela.

En 1936,debido a su ambiente bohemio se convirtió en el centro de las juventudes izquierdistas que solían frecuentar el bar para escuchar en la radio los informativos y la música del momento. Lugar de debates sobre temas políticos y sociales  que empezó a estar en el punto de mira de las juventudes de derechas.

Encarna y Santiago despachaban en el bar. Encarna, mujer de izquierda y militante activa se integró en la Sociedad Obrera Femenina, Santiago hombre de izquierda, que el 18 de julio del  36, fue nombrado miembro del Comité Revolucionario en representación del Centro Obrero.
Santiago se encargó de recluir en el Convento de las Clarisas a los derechistas (cincuenta y seis en total) y al mismo tiempo se encargó de mantener el orden republicano en la localidad.

Cuando las tropas de Yagüe están a punto de tomar Montijo, Santiago y Encarna se fueron a Badajoz refugiándose en casa de una prostituta que conocían…pero son descubiertos y denunciados. Lo traen esposados a Montijo…fueron purgados y pelados en plena plaza pública. Fusilados en la madrugada del 18 de septiembre.

Santiago pudo haberse salvado ya que Pedro Moreno Menayo, el compañero con el que iba atado consiguió cortar la cuerda camino del cementerio y logró huir a Portugal y posteriormente a Inglaterra.
Santiago prefirió quedarse con Encarna…ambos acabaron así sus vidas.
El bar fue requerido por la Falange y se llevaron al Casino todas las propiedades del bar “La Tropical”

Imagen:
Tomada de las fuentes citadas. Retocadas y enmarcada por Manuel Cuerpo Rocha
Fuente:
Juan Carlos Molano Gragera: “Tres claveles segados”



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