ISABEL SÁNCHEZ PIEDEHIERRO
En el siglo XVI florecieron en
Extremadura gran número de conventos franciscanos tanto de la rama femenina,
como masculina.
En Montijo se contó con
terciarias franciscanas. Muchas de ellas, no pudiendo ingresar en el convento
por razones económicas que le impedían pagar la dote o por obligaciones
familiares que le obstaculizaban este objetivo. Optaban por enclaustrarse
voluntariamente en sus casas profesando la regla franciscana..se les llamaban
“beatas”.
El primer beaterio de Montijo se
fundó en la calle Badajoz y posteriormente se trasladó a la calle Santa Ana,
tras el legado testamentario de la beata Marina Sánchez (véase esta entrada en
el blog), allí estuvieron las beatas hasta 1617.
Se alzaría un nuevo beaterio
denominado beaterio de Ntra. Señora de Los remedios o de la Piedad que, se
convirtió con el paso del tiempo, en un importante punto de referencia
espiritual y material para los vecinos de Montijo.
Las beatas que tenían medios y
recursos económicos contribuyen con sus testamentos en beneficio del beaterio y
los mismo montijanos comienzan a dirigirse a él como lugar de refugio ante la
muerte.
Entre estas montijanas destacamos,
por su generosidad y amor al beaterio de Ntra. Señora de los Remedios a ISABEL
SÁNCHEZ PIEDEHIERRO. El 13 de noviembre de 1678, deja al ya denominado beaterio el beneficio correspondiente a las cargas de una casa en censo que
arrojaba la cantidad de treinta ducados, un codicilo (1) y unas escrituras de cien ducados
“…con la obligación que han de decir dos misas rezadas, la una el día de
Ildelfonso y la otra, el día de la Ascensión, por el alma de Alonso Sánchez, mi
hermano.”
Todas estas donaciones ayudaban
al mantenimiento y crecimiento del convento de las clarisas.
(1) Documento o cláusula adicional que sustituye, modifica o aclara lo dispuesto en un testamento.
Imagen:
Composición de Manuel Cuerpo Rocha
Fuente:
VICENTE NAVARRO DEL CASTILLO:
Montijo. Apuntes históricos de una villa condal.
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