jueves, 4 de febrero de 2016

DOLORES NUÑEZ




DOLORES NUÑEZ

Nominación de calles (Aprobado en el pleno 27/052004)




Nació en Montijo el 6 de enero de 1910, en la casa de sus padres, en la Calle Carnicería, que corresponde hoy a la Calle Cánovas, era hija de Eduardo Núñez Corchero “Chiquito El Viejo” (1848) y de su segunda mujer Catalina Díaz Pérez.


De su padre aprendió todo lo que había que enseñar a los niños y niñas de su época, como era una  metodología basada en la disciplina en el aula, el autoritarismo, el respeto y la distancia al maestro.
Estaba soltera, vivía en casa de su hermano Iluminado en la Plaza de Jesús, junto a su madre y a su hermana Eulalia. Al morir su padre siguió impartiendo clases su hermano Iluminado y ella era su ayudante pues tenía muchos niños y niñas, más de cincuenta.



Al principio daba clases en el pasillo de su casa, sentando a los niños en las sillas que cada uno llevaba de casa, después hicieron una nave al final del corral, lindando al patio del recreo de la escuela pública.

En los tiempos de la República Dolores se enamoró del poblanchino Alfonso Soto Lechón, que pertenecía a las Juventudes Socialistas Unificadas y formó parte del Comité de Defensa de Puebla, encargado de  la seguridad después del 18 de julio de 1936. El 13 de agosto, antes de la toma del pueblo por las tropas de Yagüe, Alfonso huyó con su amigo Alfonso Serrano y se refugió en el cortijo de una prima; de allí pasó al frente republicano de Don Benito. Más tarde sería detenido y encarcelado. Dolores lo visitaba con la frecuencia que le permitían ya que seguían siendo novios.


Al fusilar los franquistas a su hermano Iluminado, Dolores tuvo que encargarse de regentar la escuela desde el curso 36-37, con el lógico dolor y rabia hacia el nuevo régimen que se había instaurado contra la República. También fusilaron a su hermano Luis.
Establecido el nuevo régimen de la Dictadura y estando en vigor el nacional-catolicismo le recomendó D. Nicolás, el cura, que impartiera clase de Religión para que no le cerraran la escuela, cosa que tuvo que hace tratando de adaptarse a las circunstancias.

Tenía fama de ser buena maestra y muy recta. En su aula con más de cincuenta niños y niñas (ya que practicaba la coeducación, cosa que en las escuelas públicas estaba prohibida en la posguerra).



Por el año 1947 llega a Puebla de la calzada Alfonso Soto Lechón después de haber padecido muchos años cárcel. Vivió en Montijo bajo libertad condicional.  Dolores y Alfonso se casaron y vivieron en casa de ella con su madre y su hermana Eulalia. Tuvieron tres hijos: Segismundo,  Iluminado y Josefina
Alfonso no encontrando trabajo y  ayudaba a su esposa en las clases.

A mediado de los años sesenta el Ministerio de Educación Nacional obligó a que todos los que tuviesen escuelas privadas deberían presentar el título oficial de maestros y debían legalizarlas acogiéndose a los programas e ideología del nuevo Régimen.
Dolores fue denunciada por otros maestros de Montijo y el Ministerio le dijo en 1965 que no podía tener alumnos mayores. Sólo le dejaron los párvulos. Ella no tenía títulos y  buscó quien pudiese figurar como titular de su escuela, aunque ella siguiese en la práctica como ayudante, pero no lo consiguió
No teniendo otro medio de subsistencia acordaron que cuando Alfonso terminara la libertad condicional se irían a Cataluña, donde estaban sus hijos, y así  en 1967 tuvo que emigrar a   Vilanova i la Geltrú . Murió en 1975, a los 65 años en Hospitales.

Fue una buena persona y una buena maestra, querida por sus alumnos.
Quienes la conocieron vienen a decir de ella “ fue una gran persona y buena maestra, demostró tener mucha valentía para resistir las presiones de aquella España autoritaria de la posguerra”.


Imágenes: Retocadas y enmarcadas por Manuel Cuerpo Rocha
Fuente: Revista Feria 2004. Artículo de Juan Carlos Molano Gragera.

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