sábado, 13 de agosto de 2016

ANDRÉS ROMERO SÁNCHEZ


ANDRÉS ROMERO SÁNCHEZ
                                       
Sacerdote.









Imagen retocada, enmarcada por Manuel Cuerpo Rocha. Imagen tomada de la fuente que que enlazamos en este link Fuente imagen.                                                                                     

Nace en San Pedro de Mérida, el 25 de noviembre de 1940, siendo el mayor de 5 hermanos. Su padre, Lorenzo, natural de San Pedro, era obrero  y su madre Trinidad, de Montánchez, dedicada a sus labores.

Su infancia la vive en el campo con su familia, su padre era guarda de una finca. Estas circunstancias hacen que entre en contacto con la naturaleza y aprenda a conocer las plantas, los árboles, los pájaros…Su primer maestro fue su padre que le enseña lo que se conocía como “las cuatro reglas”: sumar, restar, multiplicar y dividir.

Su madre, su primera catequista que se preocupa de despertar en él sus creencias religiosas: “Ella se hacía de una hoja, “El buen amigo”, que traía el evangelio del domingo, cuentos relacionados con la religión y las costumbres y nos lo explicaba”.

Son estos ocho primeros años que recuerda con cariño y que califica como maravilloso los que van dando cimiento y base a esa gran formación como persona que posee nuestro protagonista:

“Dejo el campo y a los nueve años comienzo a ir a la escuela. Mis amigos son mis vecinos y los compañeros de mi escuela. Los juegos, los habituales de entonces: los bolindres, el repión, la entera, el pincho, el aro... cada uno de ellos tenían su época y todos tenían sus reglas, que había que cumplir, si no querías quedar como tramposo; por supuesto, todos se desarrollaban  en la calle. En verano, nos íbamos en pandilla a bañarnos al Guadiana, que cae cerca del pueblo”.


San Pedro de Mérida, pueblo natal de nuestro protagonista. Si haces clic en el link que enlaza el nombre de la localidad podrás visitarlo.                                                                                                                                                                                  
Andrés, como todos los niños de su época, tiene su vida centraba en juego y en los intereses propios de su edad, “soñaba con ser soldado algún día, iría a la mili y se quedaría como soldado.

Pero recordando aquel viejo refrán de fortuna, que dice “el hombre propone y Dios dispone” viene a cumplirse y un buen día – según él mismo cuenta en la entrevista cuya fuente se cita –  “Dios nos lleva por donde quiere de mil maneras. En mi caso fue que un día hacía falta un monaguillo para una novena y ,a mi, que estaba jugando a la puerta de la iglesia con otros compañeros, me pidieron que lo supliera, lo hice y me enganché. Pasado un cierto tiempo el párroco me preguntó si me gustaría irme al seminario y le dije que sí ”.

Andrés, recuerda (y eso me produce satisfacción) a su maestro, D. Celso- Jesús García Santamera que le prepara para el examen de ingreso que aprobará (curso 1953-1954) e ingresará en el Seminario de San Antón en el curso 1954-55.

En la comunidad educativa del Seminario de San Antón de Badajoz, ingresaban muchos chicos de distintas procedencias y hacían allí sus estudios de bachillerato recibiendo una gran formación intelectual y humana. No todos terminaban como sacerdotes…pero en honor de la verdad he conocido bastantes, algunos amigos, que adquirieron una preparación envidiable.

Allí coincidirá con otro entrañable sacerdote que dejó huellas en nuestra localidad, su paisano, Emilio Sánchez Saavedra (D.E.P.).

Posiblemente, como cuenta nuestro protagonista es en el seminario donde consolida su vocación sacerdotal, según él nos cuenta:

“Cuando ayudé de monaguillo, creo que fue en la novena al Corazón de Jesús, quedé encandilado, pero la vocación se fue consolidando en el seminario, a medida en que fui madurando. Se dice que la vocación no se consolida hasta el mismo momento en que el obispo pronuncia tu nombre a la hora de  ordenarte y tú le das el “Si”.

Tras realizar sus estudios el día 26 de marzo de 1966 es ordenado sacerdote, junto a diecinueve condiscípulos, por el Sr. Obispo, D. Doroteo Fernández y Fernández.
Cantó su primera misa en su pueblo natal, San Pedro de Mérida, el mismo día de S. Pedro, el 29 de junio de 1966.

Su primer destino, el 11 de octubre de 1966,  fue Oliva de la Frontera, como coadjutor de la Parroquia de San Marcos Evangelista. En esta localidad ejerció durante catorce años.
En el año 1980 es nombrado párroco, de la parroquia de Ntra. Sra. De la Asunción de Lobón. Cuenta que en Lobón “me identifiqué tanto con él que, después de estar aquí en Montijo, me seguían llamando el cura de Lobón”.

En su currículo como sacerdote  durante seis años llevó, junto con Lobón, la Parroquia de Barbaño y de los dieciséis de Gaudajira, etapa que recuerda con mucho cariño y así lo expresa:
“dos pueblos  también muy queridos por mí. Cada uno con sus características propias. Tanto en Lobón, como en Barbaño y Guadajira, siguiendo la línea de mis antecesores, busqué siempre el cuidado del templo de piedra y el de ese otro templo de piedras vivas, que es la comunidad cristiana”.
De su etapa en Lobón hay que señalar, entre sus numerosas actividades como sacerdote, su implicación en  La Pasión viviente que tanto éxito sigue teniendo en nuestra vecina localidad.

Según cuenta en la entrevista que seguimos como referencia:
“Surgió con la única intención de que el pueblo viviese de cerca el camino de Jesús desde su condena a muerte hasta la cruz. La primera representación fue en la Semana Santa de 1985. Comenzamos con un grupo de jóvenes, que poco a poco se han ido superando. No fue solo cosa mía, fue también de las señoritas de Hogar de Nazaret: Emilia y Lola, sin ellas hubiera sido casi imposible llevar a cabo tal obra. La verdad es que lleva mucho trabajo: los ensayos, confeccionar los traje de Jesús y los apóstoles, de los sacerdotes y el pueblo... preparar los escenarios”.

D. Andrés Romero Sánchez, llegó a Montijo el 25 de septiembre de 1.999,para compartir el cargo de Párroco de la parroquia de S. Pedro Apóstol de  Montijo con supaisano D. Emilio Sánchez Saavedra, D.E.P.


D. Andrés Romero Sánchez y D. Pedro Gómez Serrano forman en la actualidad el equipo sacerdotal de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol.                                                                                                                                                                            


Montijo desde su llegada ha sentido por D. Andrés un sentimiento sincero de cariño, ha visto en este sacerdote, en nuestro querido párroco de la Iglesia Parroquial de San Pedro, un hombre sencillo, un hombre entrañable y bueno…cercano, abierto, un buen sacerdote y una extraordinaria persona en el más amplio sentido de la palabra. Respetado y querido por todos.
  
En este año 2016, ha celebrado sus 50 años de su ordenación sacerdotal y por consiguiente cuenta con una larga experiencia,una ejemplar y excelente labor de la que así lo testifican en todos aquellos lugares que han tenido la suerte de contar con él.

En las Vegas Bajas cariñosamente como Don Andrés, el cura de Lobón…pero yo deseo verlo como nuestro párroco de San Pedro muchísimos años entre nosotros. Seguros que todos ganaremos con él.
Con todo el respeto y con muchísimo cariño, he querido hacer la entrada en RETAZOS BIBLIOGRÁFICOS DE PERSONAJES DE MONTIJO con este sacerdote ejemplar.


Y al mismo tiempo dar las gracias a Don Andrés Romero Sánchez y a su compañero el sacerdote D. Pedro Gómez Serrano (que llegó a Montijo como tal procedente de La Albuera en el año 2005 y es natural de Mérida) y que junto forma equipo sacerdotal de la Iglesia Parroquial de San Pedro por toda su entrega y dedicación en nuestra parroquia y en nuestra localidad.

3 comentarios:

  1. José Andrés Verdejo Márquez
    Gran sacerdote y gran persona.
    Julio Dávila Álvarez
    Julio Davila Alvarez Como lobonero que soy reconozco su labor como sacerdote en nuestro pueblo donde hace ya muchos años tuve el honor de ayudarlo en misa como monaguillo. Una gran persona. Hace muchos años que vivo en Montijo y me alegró mucho su llegada desde Lobon, además al poco tiempo empezamos a ser vecinos y no hay día que al cruzarme con él no me pregunte por mis padres con los que me consta se tienen una recíproca estima.
    Marina Regalado Pinilla
    Buena persona, discreto y humilde
    Antonio Mendoza García
    Antonio Mendoza García Buenas tardes Andrés, hoy he podido leer en Facebook, aunque no soy amigo de introducirme en esas pantallas públicas, de que has pasado a formar parte de los personajes que han dejado huella en esa gran localidad de nuestra Extremadura, llamada Montijo. Esta noticia me ha llenado de una gran alegría y por ello te felicito. Tú lo mereces por tu humildad y buena persona. !Muchas Felicidades!. Un abrazo.
    Andrés Romero Sánchez
    Muchas gracias, Antonio, es que los feligreses son demasiado benévolos con sus sacerdotes. Un abrazo.
    Andrés Romero Sánchez
    Andrés Romero Sánchez Gracias, julio. por tu amable comentario. El otro día tuve la alegría de saludar a tus padres junto con tus hermanas: Chiqui, Esther, y Alicia. A chiqui hacía un montón de tiempo que no la veía.

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  2. Andrés Romero Sánchez.
    Muchas gracias, Manuel. como comentaba con alguno de los que ha leído tu artículo, sois demasiado benévolos con las sacerdotes. Un abrazo.

    Manuel Cuerpo Rocha
    Manuel Cuerpo Rocha "Al César, lo que es del César". Creemos que eres buen sacerdote y así todos lo reconocen y aprecia. Gracias.

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  3. Rosa Gragera Barroso Gran sacerdote y una persona con gran corazón es un regalo del Señor

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