SANCHO GARCÍA MOLANO
Montijo tuvo una significativa
participación en la empresa llevada a cabo por los extremeños en el
descubrimiento, conquista y colonización de América. Montijo no se pudo
mantener al margen de los acontecimientos que ocurrían al otro lado del océano
y muchos vieron una posibilidad de mejorar la difícil situación social y
económica que aquí se padecía.
Las noticias que llegaban
animaban a muchos a esa aventura. No todos conseguirían sus objetivos, otros
sin embargo si formarán parte de los triunfadores.
Entre las élites económicas encontramos
algunos montijanos destacados. Uno de ellos el acaudalado
SANCHO GARCÍA DE
MOLANO.
Sancho García de Molano pasó dos
veces al Nuevo Reino de Granada, en 1576 y en
1605. Nuestro personaje es uno de los montijanos que consiguió fortuna haciendo
las Américas.
Era hijo de Juan Pérez Molano y
de Isabel Sánchez de Porras. En 1576 decidió marchar a la entonces región del
Nuevo Reino de Granada. Se asentó en la ciudad de Zaragoza,gobernación de Antioquía, donde puso un establecimiento comercial con el
que haría una gran fortuna.
En su testamento, redactado el 28
de abril de 1596 en Zaragoza, figuraba entre sus bienes, sus tiendas, su casa
de morada, una estancia en el término de la ciudad, donde se cultivaba maíz y
se criaban aves y ovejas, y finalmente treinta y ocho esclavos.
Como heredero universal nombró a
su hijo natural mestizo, llamado Lucas
Pérez Molano que en 1596 tenía 9 años. Su objetivo era que este viajara a
Montijo para que en el seno de su familia aprendiera “buenas costumbres”. En caso
de no querer embarcar para España perdería la mitad de su herencia, en favor de sus hermanos residentes en
Montijo, mientras que si fallecía sin alcanzar la mayoría de edad sus bienes
los heredarían íntegramente los herederos de la Península.
Además de ese contenido, sancho
García Molano estableció una donación y una fundación en su ciudad natal.
Concretamente dispuso 150 pesos de oro para labrar una lámpara de plata a la Virgen de Barbaño que, según decía, estaba en una
ermita en las cercanías de Montijo. Asimismo dejó nada menos que 2.000 ducados
para fundar una capellanía en la iglesia mayor. Con los 2.000 ducados se debían
comprar rentas para pagar a perpetuidad tres misas semanales por su alma y por
la de sus padres y abuelos.
El 28 de febrero de 1605 emitía
la Casa de Contratación de Sevilla una carta
para que se pregonara en Montijo la llegada del dinero de García Molano, que
después de descontar los gastos de gestión y de traslado quedó relucida a la
modesta cantidad de 1451 pesos, 6 tomines y 5 granos de oro.
Cuando llega la noticia a Montijo
el revuelo en la localidad se hizo ya
que el pregón se daba a la salida de la misa matutina. Días después el consejo
convocó un cabildo extraordinario con carácter urgente para gestionar su cobro,
dando poder para ello a tres personas, a saber: don Fernando García Grajera,
religioso natural de Montijo que residía en el convento de Santiago de los Caballeros
de Sevilla, y a los vecinos de Montijo, Pedro González y Bartolomé Martín.
Estos a su vez nombraron delegados para acudir a por el dinero a Sevilla,
saber: Pedro Grajera, Alvar Sánchez y Alonso Sánchez, quienes dieron previamente
fianzas.
Aún se retrasarían unos meses el
cobro por los impedimentos puestos por los oficiales de la Casa de Contratación
de Sevilla. Al parecer había algunas irregularidades en la copia del testamento
que terminarían aclarándose.
Como el dinero no llegaba ni
siquiera para cubrir los 2.000 ducados de la capellanía, al final se decidí que
56.000 maravedís serían para la lámpara y 584.000 para la capellanía…lo que al
final significaría el 82,66% y el 78,05% respectivamente de las cantidades
dispuestas en la última voluntad del finado.
Fuente:
Esteban Mira Caballo: Montijo y América en la Edad Moderna. Tres
siglos de relaciones
Actas IV Encuentros de Historia de Montijo
Enlaces:
(te pueden acercar o situar en los temas)
Nuevo Reino de Granada
Zaragoza, gobernación de Antioquía
Ermita de Barbaño
Casa de Contratación de Sevilla
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